Siempre nos queda el silencio.
Cuando lo que está por decir
se nos duerme dentro,
se quedan
en mi boca y en tu pelo las palabras,
como sobres por abrir.
Abril atrás
y mayo en nuestros brazos.
Primavera de un año vital,
que no nos esperábamos,
nos verá callados. Nos verá
y no podrá decir dónde comienza quién,
dónde nos terminamos.
Somos fusión y calma;
tranquilidad de versos inacabados.
Soy ideas enterradas ya,
la vista al frente
y una mirada clara.
Siempre nos queda esto:
este callar y sabernos hablados,
este silencio agradable
que nos acaricia los brazos
y la cara.
Me quedas tú
y tu nariz,
tus ojos, tus labios.
Me faltan las palabras
y los besos
y las manos.
Siempre me queda el silencio
y tú para llenarlo.
miércoles, 15 de mayo de 2013
jueves, 9 de mayo de 2013
8 de mayo (II)
Tus ojos entrecerrados, apenas despiertos,
son ventanas que encauzan el sol.
Son luz de mañana y aire fresco,
son un cielo sin nubes, son...
No sabría decirte.
Me baño en tu mirada,
y prefiero pensar menos
y sentirte.
Notar cada milímetro de ti en tu cama,
en la ducha, en cada estancia. Prefiero
no saber nada; dejarme llevar,
y que reinen tu mirada
y mi mirada. Nuestras piernas entrelazadas,
tu cabeza en mi hombro y mis manos
explorando tu espalda.
Eres la apoteosis de lo desconocido.
Un torrente de sentidos potenciados,
de tiempo transcurrido en todo
-o en nada-.
Eres darle importancia a una taza de café;
una crêpe y una velada.
Eres,
no lo sé,
el poder de la palabra.
son ventanas que encauzan el sol.
Son luz de mañana y aire fresco,
son un cielo sin nubes, son...
No sabría decirte.
Me baño en tu mirada,
y prefiero pensar menos
y sentirte.
Notar cada milímetro de ti en tu cama,
en la ducha, en cada estancia. Prefiero
no saber nada; dejarme llevar,
y que reinen tu mirada
y mi mirada. Nuestras piernas entrelazadas,
tu cabeza en mi hombro y mis manos
explorando tu espalda.
Eres la apoteosis de lo desconocido.
Un torrente de sentidos potenciados,
de tiempo transcurrido en todo
-o en nada-.
Eres darle importancia a una taza de café;
una crêpe y una velada.
Eres,
no lo sé,
el poder de la palabra.
8 de mayo (I)
Una semana en las nubes.
Una semana. El tiempo avanza,
creo: los minutos pasan ante mí
sin decir nada.
El tiempo es ahora luz,
y mi alma iluminada apenas ve.
Ahora eres tú. Tú mi referencia,
el fondo y la forma de lo que pienso.
Los segundos son un plazo de espera,
y así
espero a que llegue mi turno.
Cuando llegue por fin,
no diré que eres mi mundo.
Aún es pronto y no hay prisa:
"cuanto más alto vuelas..."
Otro segundo.
Cuando por fin te vea,
atrás quedarán estos versos tempranos
y esta ilusión
y esta espera.
Una semana en las nubes
y estos largos instantes en la tierra.
Una semana. El tiempo avanza,
creo: los minutos pasan ante mí
sin decir nada.
El tiempo es ahora luz,
y mi alma iluminada apenas ve.
Ahora eres tú. Tú mi referencia,
el fondo y la forma de lo que pienso.
Los segundos son un plazo de espera,
y así
espero a que llegue mi turno.
Cuando llegue por fin,
no diré que eres mi mundo.
Aún es pronto y no hay prisa:
"cuanto más alto vuelas..."
Otro segundo.
Cuando por fin te vea,
atrás quedarán estos versos tempranos
y esta ilusión
y esta espera.
Una semana en las nubes
y estos largos instantes en la tierra.
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