sábado, 27 de febrero de 2010

Despedida

"Hace mucho que no te escribo. Ya, ya lo sé, te tengo abandonado. Apenas si sabes cosas de mí desde hace... ¿Cuánto? Tanto tiempo. Siempre nos ha fallado la comunicación: demasiada comunicación, como dice Homer.

Ahora hablando en serio, la verdad es que no te echo de menos. Ya no. Es triste; bueno, dicen que debería serlo. Pero no me afecta para nada. Supongo que he tenido tiempo más que suficiente para acostumbrarme al hecho de que no estés.

Tengo otras cosas en mi mente. Van a comprarme un coche dentro de nada, tengo los exámenes trimestrales en un par de semanas y media, este verano voy a hacer un viaje genial con gente a la que quiero mucho. Eso es lo importante.

Lo demás no importa.

Dicen que las historias nunca acaban bien; que, simplemente, o no acaban o acaban mal."

Unos pasos, y poco a poco la tumba se aleja de su espalda. El aire no se mueve, ni el sol ni las ramas de los cipreses. Es una mañana de febrero, pero no hace frío.

Víctor sonríe.

jueves, 25 de febrero de 2010

VII Festival Swingers: CARLOTA Y SUS PECADOS.

Mis más sinceras disculpas a Diana por no haber podido colgar el texto a tiempo. Ha sido por problemas técnicos.

* * *

Gracias al blog Un paseo en Bicicleta y a su dueño Víctor por permitirme entrar a su espacio y plasmar mis letras.

-¿Cuál es su nombre? -Carlota Duarte de Ibarguengoitia.
-¿Porque la traen detenida?= -Por asesinato.

-¿el motivo? Detallado..

-Entré al hogar y decidí prender la lámpara, me asombré de que todo estaba oscuro, tiré las llaves ahí en el primer mueble que se me cruzo por mi camino, me sentía realmente agotada por las horas que pasé jugando tenis y después canasta con mis amigas, entre a la cocina, tome un vaso para servirme agua, cuando en eso oigo ruidos en el segundo piso.
Me entró una incertidumbre grandísima- a lo mejor es mi marido.- pensé y subí sin hacer escándalo porque capaz y era un ladrón.

Iba subiendo y cada vez oía algo extraño, .- ¿gemidos?.- me fui acercando e iba escuchando más fuerte esos gemidos, mire la puerta entreabierta, la luz tenue de la lámpara de mesa me hizo ver que mi marido no estaba solo.

-Hijo de su reputisima madre.-dije entre mí.

Mi marido estaba con su secretaria, no sé si le conté pero él es Abogado y tiene un despacho muy elegante y por consiguiente tenía que tener una secretaria, pues con ella estaba poseído teniendo sexo desenfrenado, era una escena llena de LUJURIA, de deseo, de pasión, yo la verdad me quede viéndolos, no sabía qué hacer, si interrumpirlos o seguir contemplando esa escena con ganas de estar yo ahí, en vez de la secretaria, pero la verdad me quedé viendo, era algo así como ver una película porno en vivo y a todo color.

-¿Qué hago?, Se me ocurrió una idea mejor, deje que siguieran y baje despacio a la cocina, los nervios me estaban matando me puse a sacar comida del refrigerador a ver que me podía hacer, traía muchísima hambre, me serví una copa de vino y la comí con un pedazo de queso Roquefort.- No bajaban- y seguía comiendo, la GULA me invadió, seguí bebiendo hasta empezar a reírme sola, total no me iban a oír estaban muy ocupaditos, sin querer tiré la comida, empezó a embargarme un sentimiento de rabia, coraje, la verdad yo estaba con el por AVARICIA, me gustaba todo lo que me compraba, todo lo que yo le pedía me lo concedía y sinceramente los encuentros sexuales con él, últimamente me daban PEREZA, no me hacía sentir absolutamente nada, pero por lo que veo a la secretaría si le hacía sentir cosas, creo que también le miraba la cartera y también la había consentido con algunas cosas.

-Yo soy la esposa legítima, soy la que tengo derecho a todo, que se quede con su sexo, con él, pero la casa, el dinero, las joyas, los carros es mío solamente mío!!.

Me llene de IRA, y saque un cuchillo, fui al despacho, de su caja fuerte saqué la pistola, pero también traía el cuchillo.- haré uso de las dos armas.

Subí nuevamente y empecé a verlos, seguían.- vaya hasta que aguantó, conmigo no aguantaba nada, o a lo mejor no le atraía tampoco, digo es preferible cogerse a una jovencita de 25 años a una mujer madura de 45.- 20 años es mucha diferencia, lo bueno es que nunca tuvimos hijos, hubieran sufrido bastante, porque ni yo ni el teníamos tiempo, cuando nos casamos decidimos no tener.

Con que ganas se estaba echando a la jovencita, el viejo rabo verde de 50 años, que tenía buen físico, a veces se iba a tomar con sus amigos, también abogados.

Por el contrario que ENVIDIA, la jovencita si tenía buen cuerpo, era deseable, tenía sus pechos firmes, cuando la volteo para hacerle sexo anal, sus glúteos se miraban duritos y prominentes.- lástima que todo ese cuerpecito, no lo va a poder disfrutar nadie más.

Abrí la puerta lentamente, y no notaron mi presencia, en eso tosí muy suavemente y pegaron un brinco.- no es lo que parece Carlota.- me dijo el muy estúpido, entonces que parece?.- No le di tiempo de contestar.- le pegue dos balazos en el pecho, mis clases de tiro de algo me sirvieron.

La jovencita empezó a gritar.- te callas, toma. Le di el cuchillo, córtale el pene.- señora no puedo hacer eso, perdóneme.- córtale el pene te digo! .- en eso ella lentamente se lo estaba cortando.- como disfrutaba ver eso.- Ella manchándose de sangre, no podía controlarse cada vez lloraba más y gritaba, lo bueno es que nadie la escuchaba.

Cuando termino la hice que se lo metiera a la boca, así moriría feliz, bueno dentro de lo que cabe, y disparé.

Y porque estoy aquí, porque llegó el hermano de mi esposo y me delató. No alcance a terminar mi plan.

Pero sabe que, usted más que nadie debe de saber que a una persona no se le debe de humillar, y yo tengo dignidad, por eso maté a mi esposo y a esa ramera y sabe que: No me arrepiento. Mi SOBERBIA no me lo permite.

domingo, 21 de febrero de 2010

M. Luther King modernizado (¿?)

Ayer tuve un sueño. En él, la gente trabajaba las horas suficientes para vivir. Todos estaban ocupados, porque nadie cobraba ni pagaba nada. Los servicios eran el trabajo mismo, y se consumía lo que la propia sociedad producía.

¿Eres capaz de imaginarlo? A mí me costó. Las ciudades de aquel país de mi sueño estaban unidas por mucho más que un trapo sucio y mal cosido en un mástil, o por una melodía estúpida basada en no sé qué leyenda. Las unía el amor a la vida, al saber, a la paz.

En mi sueño, ningún ciudadano era más que los demás por su dinero, sino por sus conocimientos y por su forma de vivir. Nadie imponía nada: todos y cada uno de los habitantes de la ciudad aceptaban aquel sistema como el idóneo.

En ese país, no existía la propiedad privada. No existían las clases. Ni los odios, ni la desigualdad, ni el capitalismo.

...

Desgraciadamente, aquello fue sólo un sueño.

O no.

martes, 16 de febrero de 2010

La XIII fantasía final.

Me duele el alma. Tengo un vacío en el pecho, justo a la altura del corazón. Y es por ti.

Tú ya lo sabes, ¿no?

Parezco idiota. Siempre me preguntan, y digo lo mismo. "No, bueno, hace ya un tiempo que no hablamos..." Y, después, la corrección fatal: "Mi mejor amigo.. Quiero decir, mi ex-mejor amigo".

Es una mierda, una puta mierda. Te quiero tantísimo que no puedo hablar del tema sin ponerme a llorar como un imbécil, y soy incapaz de coger el teléfono y llamarte y saber de ti.

Y sin embargo lo publico en mi blog. Para justificarme ante el mundo, supongo. Para leerme después y decirme a mí mismo "Víctor, eres patético". O porque me da miedo enfrentarme a mis errores. A todo lo que he hecho mal. Y es mejor pensar que te veré pronto y que entonces se arreglará todo.

...

Ojalá sea pronto 9 de marzo, M. Qué ganas tengo de verte ya.

viernes, 12 de febrero de 2010

La verdad se esconde (fragmento 2)

Creo que...

Somos canciones. ¡Piénsalo! Cada persona tiene su ritmo propio, su forma de moverse por el mundo. Por esta inmensa y a veces terrible partitura. Las líneas del pentagrama nos acorralan unas veces contra un compás; otras, nos alargamos durante varios tiempos. El amor nos da las alas para hacerlo.

Otras veces un silencio largo, o un silencio corto, nos hace reflexionar. “Eh, detente, espera un momento. ¿Qué vas a hacer ahora?”

Pero la melodía, nuestra melodía, continúa. Nos deslizamos y nos transformamos una y otra vez, acelerando en algunas ocasiones y frenando en otras.

Amamos piano y forte, y olvidamos lento.

Vivimos en un crescendo que muere en un punto, y luego se reconvierte en un diminuendo por unos días o unos meses. Y el ciclo comienza y acaba muchas veces.

¿Lo ves? Somos canciones. Pero, ¿qué canción eres tú? ¿Cuál soy yo? Cómo ser capaces de encontrar el estribillo que mejor se adapte a nosotros, si no tenemos ni idea del estilo al que pertenecemos.

sábado, 6 de febrero de 2010

La verdad se esconde

Estoy metido de lleno en un nuevo proyecto. ¿Conseguiré por fin tirar adelante mi segunda novela? ¡Ojalá! Por ahora, un adelanto:

Hay algo que no funciona. Lleva tiempo sin funcionar, y la cosa cada vez empeora un poco más. Cada día, al levantarme, descubro que tengo menos fuerzas que el día anterior para afrontarlo todo.

No me apetece hablar con él, o con ella, o con ellos. Va a días, sí, está claro, pero esa sensación de incomodidad conmigo mismo y con el mundo va aumentando exponencialmente.

Y no sé qué hacer, porque la vida todavía no me ha dado armas suficientes como para enfrentarme a lo desconocido. No me veo capaz.

Y huyo, sí. Huyo. Quizás tú actuarías de otra forma. Quizás porque tienes más años que yo, y eres una ama de casa, o una mujer que trabaja dentro y fuera de casa, o un marido preocupado por su esposa y sus hijos, o qué sé yo.

Tú puedes ser mil cosas, tú no existes en mi realidad más inmediata. Tienes la facilidad de reinventarte tantas veces como te apetece, porque no hay nadie que te diga “eh, tú eres así, no puedes cambiar”. Eres diferente, inconstante.

Eres libre.


Espero vuestra primera impresión.

Ah, casi me olvido: gracias por hacerme saber que estáis ahí.

jueves, 4 de febrero de 2010

Nine (sobran las palabras)

Una mente capaz de discurrir maravillas. Sueños, fantasías, ilusiones. ¿No lo véis?

-Es un niño -exclama un corrillo de mujeres-.

Los focos se apagan. Sólo una figura diminuta queda iluminada, a un lado del escenario.

-Yo soy... un niño -exclama el pequeño-.

-En un flash, el escenario deslumbra al público -anuncia la voz-. Un coro de mujeres canta, está cantando. ¿No lo oyes? Es la belleza de diez, de quince mujeres. Son ellas, son diosas. Mujeres.

-¡Mira! Las mujeres rodean al niño e intentan besarle, rodearle con sus brazos.

El niño crece y el público queda boquiabierto. ¡Es un hombre!

-¿No lo véis? ¡Es evidente! El milagro de la vida, una vez más. Qué será... Qué será.

Qué pasará con el pobre niño que...

Cae el telón.

martes, 2 de febrero de 2010

Cuando te das cuenta de que todos tus problemas no son nada.

Tengo miedo. No le temo a la muerte, ¿sabes? La muerte viene y no te das cuenta, porque ya estás muerto. No, no me preocupa ella. A mí me aterroriza la vida. Todo lo que voy a tener que vivir antes del dulce, delicioso final.

Hoy has llorado, mi pequeña. Has llorado, y cada lágrima me ha arrasado el alma. Guardabas bien adentro un dolor innombrable, un secreto fatal. No lo sabía, y me he arrepentido de cada letra que te he dicho antes de ese momento. Porque soy un bocazas.

No, tranquila, no se me ocurriría decir en mi blog quién eres tú, o por qué has llorado. Por qué se me ha erizado la piel, por qué he querido volver atrás cinco minutos en el tiempo y coserme la boca. Lo siento tanto.

Pero ahora somos más tú y yo que antes, ahora nos conocemos un poco más. Y eso es genial.

Te quiero porque eres como eres, y porque me gusta cómo soy cuando hablo contigo. Eso es todo lo que sabrá la gente.

Eso es todo por hoy.

posdata: No sabía que tenía a un polizón en mi nuevo blog. Bienvenido, supongo; disfruta de tu estancia aquí. Nos vemos el 9 de marzo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Mi semana: Fin.

Que se me acelera el corazón, joder. Sólo tú lo consigues todavía. El único chico que me pone nervioso.

Tú...

Hemos vivido tantas cosas, hemos reído tanto y llorado tan poco. Pienso en ti a menudo, sobre todo cuando me duelen las costillas de tanto reír y me doy cuenta de que, a tu lado, eso era lo más normal del mundo. Mi mejor amigo...

Me quejo de otros. De lo que no han hecho, de lo que me han hecho, de lo que no he podido hacer por su culpa. ¿Qué importa, al fin y al cabo?

Esta ha sido una semana intensa, de profundos cambios. Me ha sorprendido, me he sorprendido, os he sorprendido

La semana que viene, más.