martes, 12 de noviembre de 2013

Sabes bien que,
cuando más cosas tengo que decirte,
apenas digo nada.

La sinceridad absoluta
no necesita palabras.
Se transmite por los poros,
se absorbe con la mirada.
Flota en cada suspiro.
La acunas en tus brazos.
Se pierde entre tus curvas
y se encuentra en las sábanas.

Mi verdad la atesoras
en cada abrazo, en cada caricia,
en tu sofá y en tu cama.
Por eso sabes bien que,
cuando más cosas te diría,
apenas te digo nada.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Cuando vengan las palabras

Cuando las palabras vengan
-y venga con ellas el frío-
ya estarás lejos.
Te habrás ido
como se fueron todos,
queriendo mirar atrás
y recorrer otros caminos.

No podrá ser.
No veré más tu rosto dormido,
ni recorreré tu espalda
y tus brazos
y tus piernas
con mis cinco sentidos.

No quedará nada.
Me quedará el olvido.

Cuando las palabras vengan
por fin
y, con ellas, venga el frío,
habré llorado y dormido,
llorado y dormido,
llorado y dormido.

Me duelen los dedos,
me duele el pecho y el alma.
Me duele lo vivido.

Cuando vengan las palabras...
Cuando venga el frío.