martes, 12 de noviembre de 2013

Sabes bien que,
cuando más cosas tengo que decirte,
apenas digo nada.

La sinceridad absoluta
no necesita palabras.
Se transmite por los poros,
se absorbe con la mirada.
Flota en cada suspiro.
La acunas en tus brazos.
Se pierde entre tus curvas
y se encuentra en las sábanas.

Mi verdad la atesoras
en cada abrazo, en cada caricia,
en tu sofá y en tu cama.
Por eso sabes bien que,
cuando más cosas te diría,
apenas te digo nada.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La verdad de los silencios.
Que gran placer es leerte.
Un abrazo.

Víctor dijo...

Muchas gracias, Alexander. El mismo placer es seguir en contacto contigo después de tantos años.