sábado, 11 de diciembre de 2010

Coordenadas (o "Desde Collserola")


Podría explicarte lo que pasó ayer.
Decirte que no fue un sueño;
que estuvimos allí,
en la cima de nuestro mundo.

Que éramos los dueños de todo,
tú y yo 
juntos.
Que quedó entre nosotros
y la noche
y el humo.

Podría decirte que llegamos a serlo.
Que conseguimos ser uno;
que te sentí en cada centímetro de mí,
que al menos yo fui tuyo.

Pero no sería nada. No sería justo.

Las palabras no podrían contarte
que ayer, perdidos en la noche,
nos encontramos 
juntos.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Declaración de intenciones.

Basta.

Sentimos atacada, como miembros de la ciudadanía, nuestra esfera de privacidad. Sentimos que se viola nuestro derecho constitucional al libre desarrollo de la personalidad, y que se pisotean nuestras libertades individuales.

Hablamos, cómo no, de la reciente subida del impuesto sobre el tabaco. Cada año se nos aprieta más, se nos hace pagar muchísimo más y, a la vez, se nos restringen los lugares en los que podemos fumar. A partir de enero, ni siquiera se nos permitirá fumar en la puerta de nuestra facultad cuando salgamos de clase, o tendremos que irnos a la otra acera si tenemos a un familiar en el hospital, o pelarnos de frío en invierno porque los hosteleros no tendrán permitido dejarnos entrar "a no ser que su local tenga sólo dos paredes y un techo".

Esto es discriminación. Tiene que serlo. No lo vemos moralmente justificable, no lo vemos lógico, no lo vemos justo. Atenta contra los principios fundamentales de un Estado social, democrático y de derecho como se supone que es España.

Porque estamos cansado de tener que justificarnos por fumar cuando al Gobierno le va magníficamente bien que lo hagamos, porque así puede cubrir esos agujeros inmensos en la financiación, tarea que tan sumamente mal se le da.

Por eso suplicamos que se nos ayude, se nos escuche y se nos defienda:
  •  Reivindicando nuestro derecho como fumadores a realizar una conducta plenamente legal y a no sentirnos, por ello, rechazados por la sociedad
  • Proponiendo una liberalización del sistema de venta del tabaco, que permita equilibrar los precios y desarrollar el mercado de este producto en España de una forma acorde a los principios rectores de la economía que nos rige.
  • Exigiendo la flexibilización de la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias sobre el tabaquismo, así como de todas las regulaciones y Reales Decretos de ella derivados, y la retirada de la reforma sobre esa Ley, que entrará en vigor en enero del año que viene.
  • Entendiendo que flexibilizar implica convertir esa Ley en una Ley de máximos, y no de mínimos, permitiendo que sean las Comunidades Autónomas las encargadas de regular el sector a su entera discreción.
  • Demandando que, desde los medios de comunicación públicos,  se promueva la idea de que los fumadores no son parias de la sociedad, sino que ayudan en gran medida al sostenimiento económico del Estado y, por descontado, tienen derecho a ser tratados como ciudadanos y ciudadanas con los mismos  derechos y deberes que el resto.
Los fumadores y fumadoras de España, a diciembre de 2010.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Eres libre. PIENSA diferente.

Yo me hago eco de las palabras de Nebrera, y no puedo más que adherirme a prácticamente todas sus propuestas. Digo "prácticamente"; en el buen seguidor están las disensiones sinceras.

Alternativa de Govern abre ante nosotros dos puertas: la que nos lleva a la misma habitación en la que estamos, y la que nos permite salir y airearnos.

Somos esclavos de un sistema al que nutrimos de nuestro pasotismo. Hemos trabajado en una serie de conceptos que fortalecen nuestra apatía y nos hacen sentir mejor: voto útil, voto en blanco, abstención. Errores terribles, lacras sociales. La democracia no sabe de estas cosas. No conoce más que votos reflexionados, coherentes, concienciados.

Digo "la democracia", no "nuestra democracia". Nosotros nos arrastramos en un lodazal fraguado a base de dinero expoliado al pueblo y malversado después; de mentiras y más mentiras para justificarlo todo; de etiquetas colgadas a cada partido, que no definen nada más allá de esa uniformidad jerarquizada y corrupta.

Como el protagonista de Terra Baixa, sueño con el día en que pueda salir a la calle gritando "He mort el llop! He mort el llop!". El político actual es un lobo para el hombre: es nuestro deber exterminarlo de la única forma moralmente plausible.

El 28 de Noviembre, vota por una Segunda Transición. Por el cambio real y definitivo.


miércoles, 10 de noviembre de 2010

In memoriam

Para Alicia. Descanse en paz.

Del polvo al polvo,
somos carne y huesos
y una mente pensante.
¿Nada más?

Somos la sonrisa que queda
en los que nos conocieron.
Un recuerdo ya borroso;
nunca borrado.

Somos pasado antes de entenderlo,
y el presente no nos contempla.
Una vida pasa y nada queda
más que una estatua blanca,
triste, 
de cera.

Tú te vas y nosotros te miramos,
y un día -¿lejano?- nos tendremos que ir.
Sonríamos entonces;
las lágrimas son 
para los que no supieron vivir.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cuando se va el sol,
hay que buscarse.
Entre las canciones, 
o incluso en las frases
que alguien dijo algún día.
 
Cuando se va el sol
y sólo quedan nubes cubriéndolo todo.
 
Ahora cierra los ojos y descubre
otro cielo
y otras formas de ver.
 
Entiende que el ayer no importa
aunque importase;
que el mañana aún no existe.
Que está por hacer.
 
Que tú eres tu todo
cuando se va el sol.
Y el hoy vívelo
como se viven los veranos,
con una sonrisa radiante
y el cielo
en tus ojos.
 
Cuando el sol se va 
demasiado pronto,
no bosteces porque ya es tarde;
cierra los ojos y corre 
hasta alcanzarte.

domingo, 31 de octubre de 2010

Tengo tanto que decir
y tanto papel en blanco.

Tengo un cielo azul interminable
y una nube me espera
en el centro, flotando en sonrisas.

Voy sin prisas, disfrutando del aire,
las galletas y el café azucarado.

Ando ligero, como Marco por Barcelona.
Como las olas que van y vienen
o mi velero en el Cabo.

Escribo feliz porque vivo despreocupado,
lejos de tormentas y noches
sin estrellas ni luna.

El verde me invade.

Soy
primera persona del singular
y hoy
quiero disfrutarlo.

Recuerdos y sonrisas

"Uno más uno
da mucho más que dos",
me ha dicho
tu piel desnuda.
                                          
He sonreído: "no lo sabía".
Es la pura vida. Es el amor.
Es tu locura
reflejada en la mía.
                                          
Juega conmigo,
y recuerda siempre
que no habrá reglas.

lunes, 25 de octubre de 2010

Tarde en un café

Escribir es bailar sentado.
No importa dónde; los ojos
cerrados y el alma de par en par,
como las puertas a un verano
personal.

Lo poco que yo sé
son unos pasos torpes, de novato.
La veteranía se adquiere, bueno,
bailando.

Lo que importa es el ritmo.
Saber moverse y ser consciente
de que nadie está mirando.
Nadie sospecha
que bailo en un bar,
en mi casa,
en un banco.

Nadie sabe que, no importa dónde,
me muevo al compás de la tinta
y la canción que esté escuchando:

Yiruma y  escribo lento, quizá
incluso nostálgico.
House y acelerado, contento
o atrevido. Gaga enloquecido,
Céline relajado.

Escribir es vivir en la música
y la música (...) En fin:
puedes imaginártelo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Quién es esa gente

Gente.
Que vive de noche,
y conoce a gente
que vive y ríe y llora.

Pero, sobre todo, vive.

Fotos
en Facebook, y videos.
Amigos y amigos
y horas y horas,
perdidos.

Gente que ríe.
Y llora.

People...

Cuando acabe la noche,
y mi coche recorra la N-II
y yo no vea más que sombras.

Gente que llora.
Y ríe.

Pero, sobre todo, gente que vive.

martes, 19 de octubre de 2010

O lo que nunca se dijo

Un amor épico.
De los que crean bandas sonoras
y lo eternizan todo.

Una historia interminable,
de orquesta sinfónica
y películas y flashes.

Y un violín que suene a roto.
Dolor en el estómago,
en lo más hondo de mí.

Un violín.

Todo.

domingo, 17 de octubre de 2010

Calma

Vete y me voy.
Tócame y me quedo.
Llámame. Fuego.

Y el vacío en el estómago.

Luego 
esta resaca de olas muertas. 
Ya no vienen ni van.
No llegan ni llegas.

Creo que lo tengo.
Que entiendo, por fin.
Te sigo sintiendo pero
ya no, ya no.

Cuando nos despierten los perros
y se oiga un vacío y un beso.
Vete y me voy.

Hoy decides tú.
Yo no puedo.

jueves, 7 de octubre de 2010

Lloras, y tus ojos son mar
y caen ríos de tus mejillas.
Ríos tranquilos y tristes,
tan azules y silenciosos

Como el amanecer en Rosas.

Como el rocío 
lloras
y suena ese piano.

El ritmo constante de tus sollozos;
la cadencia de tu voz al quebrarse.

Todo.

Si pudiera arreglarlo
o
no sé; 

hacerte feliz...

sábado, 2 de octubre de 2010

The only exception

Sábana gris cubre
la boca a medio abrir.
Hilo de ceniza y polvo,
nostalgia viva,
canciones a coro.

Por encima de todo
- del gris y el olvido,
la apatía y la nada-
el azul nos invade.

Agua, agua, agua...

Hierve la sangre
en la cercanía.

La vida es sorprenderse
y acostumbrarse.

martes, 28 de septiembre de 2010

I see you

Culpa a las chicas por no verte.
A los chicos por verte demasiado
cuando quieres ser invisible.

Culpa después al entorno,
a los malos hábitos,
a los buenos.

Después repasa tu infancia,
examina tu adolescencia.
Las noches sin dormir;
los sueños.

Tú la ves. Está ahí,
marcando tu ritmo.
Ríe, está seria, vuelve a reír.
Natural, humana, normal.

Apenas un espejismo.

sábado, 18 de septiembre de 2010

A los que sufren

Querer a distancia
es querer triste.

Eso dicen.

Yo he querido
y he echado de menos,
y mi amor estaba lejos.

Tanto, que no se veía:
sólo en los días de lluvia,
con rayos y truenos
y a lágrima viva.

Querer a distancia
-a tres calles
o al otro lado del mar-.

Querer -no, amar-
y echar de menos

y llorar.

Hasta luego, verano

Tres meses después, el trabajo en la tienda llega a su fin. Inevitable y triste.

Dulce rutina, ¿eh?

Es momento de comenzar con nuevos rituales, manías nunca antes sufridas, placeres que haremos nacer para sentirnos mejor: ¿nueva marca de tabaco? ¿café o té después de cenar? ¿Piti en el balcón o en la terraza?

Nuevo año escolar. Pues vaya.

Echaré de menos muchas cosas vividas este verano. A mi compañera de alma, de juegos y de almacén; a mis amigas en la tienda; ¿incluso los encontronazos con el jefe? Supongo que eso será fácilmente olvidable.

Este verano me he enseñado una lección que, para mí, es importante: la felicidad consiste, en gran medida, en poder hacer lo que quieras, y no tanto en realmente hacerlo.

Me siento triste, y no sólo por no haber podido ir aquí o allá. Al menos, no sólo por eso. Noto que ya se me escapa todo, que se me hace tarde para, que no llego a. Me reconforta quedar con él y ella, con ellas, y con ellos también. Con esos pocos núcleos de seguridad que aún conservo: amistades terribles, grandes o inmensas. Depende de con quién.

Me da miedo pensar que la amistad pueda ser como el verano. Que empiece siendo cálida, con cielos azules y un sol radiante; que continúe con mucha luz y breves lapsos de noche; y, al final, como todo, empiece a marchitarse. Qué jodido.

Qué jodido, triste y ¿real?

domingo, 15 de agosto de 2010

Posdata

Querido diario:

Tengo tantas ganas de bailar, que podría volverme loco ahora mismo. Barcos y más barcos desfilan ante mí, y mi libro de Economía se siente derrotado. Está perdiendo, una vez más, su batalla particular contra mis ansias de verano.

El sol se ha ido ya; a media tarde, en Ampuriabrava las nubes lo cubren todo y el aire se vuelve fresco, otoñal. Es como disfrutar de unas vacaciones en dos estaciones a la vez, sí. El mundo está lleno de estos dobles filos, ¿no crees?

Me siento bien, muy bien. Relajado y a salvo: no puede pasarme nada malo aquí. Nina está lamiéndose las patas en mi regazo, y una canción de La vida es bella lo armoniza todo: su feliz apatía, mi apatía feliz. Esto es apatodemonía en estado puro.

Tengo la garganta seca. No sé si por la resaca de ayer por la noche, o porque... Vale, joder, es por la resaca de ayer. Pero, contra todo pronóstico, hoy me he levantado a las diez menos diez, como un campeón. Y aquí estoy ahora, escribiéndote lo primero que me pasa por la mente para no pensar en que tengo que estudiar Economía. Como, por ejemplo...

Quiero conocer a una chica, ¿sabes? Una chica que me haga sentir especial, que se fije en que no tengo los ojos marrones del todo; que se sienta atraída por mí y que se ría mucho.

Tiene que ser un sol radiante, como ese que ahora no se ve aquí, en Ampuriabrava.

Algún día podré llevarle el desayuno a la cama, seguir con la yema de mis dedos la curva de esos hombros de mujer y besarle la espalda. Y decirle "buenos días, princesa".

Algún día.

¡Felices vacaciones!

Querido diario:

Estoy en el paraíso. Luce un sol radiante y el cielo está terriblemente azul. El ambiente es de paz y fiesta a la vez.

Las ondas que forman los barcos, al pasar por el canal, me recuerdan que añoraba esto. Echaba de menos mirar por el balcón y ver nuestro velero, a dos metros de distancia; el amarre, con sus baldosas rojas un poco desgastadas; este viento fresco que lo aligera todo, incluso las penas propias.

Ampuriabrava es hermosa.

Me queda aún una semana de vacaciones por delante -mi única semana de vacaciones este verano-, y pienso disfrutarla al máximo. Atrás quedan, por ahora, muchas cosas en las que prefiero no pensar.

Un sms que no llegué a enviar para esa persona a la que quiero tanto, añoro más y temo el doble. Una voz extranjera que no sabe nada. Mi cambio de acera, joder.

Cada día que pasa, me conozco menos.


jueves, 12 de agosto de 2010

(Por qué) callas y te vas. III

Querido diario:

Hoy estoy dispuesto a soltarte una moñada tras otra. Hasta agotarte, hasta que tus páginas se vuelvan pesadas y grasientas por tanto romanticismo. Como pétalos de rosa bañados en miel. ¿Te lo imaginas?

Los días se me hacen cada vez más largos. Noto que se me escapa la gente entre los dedos, y que ya apenas me queda dónde agarrarme cuando me mareo. Los dragones han salido esta noche, y rugen como locos. Unos locos cabrones que lo mojan todo e iluminan el cielo. Un rayo, un trueno, otro rayo.

Llueve a cántaros. Otra tormenta de verano; otro motivo para estar triste o melancólico o pensativo. Da igual, todo es la misma mierda. Todo lleva a lo mismo, a la misma conclusión.

Tú, siempre tú. Como nunca antes, de hecho; lo nuevo es ya tradición.

¿Los feos no tenemos derecho a más? Sólo quiero...

(silencio)

martes, 10 de agosto de 2010

(Por qué) callas y te vas. II

"¡Qué solos se quedan los vivos!"
y el sol se ríe, en lo alto.
Es triste saberse triste
y no poder remediarlo.

Qué solos se quedan los vivos,
¿eh? Con pedazos en las manos
de algo -no sé, tú dirás-;
de nada y un pálpito.

Tic, tac, campanadas de reloj.
Tic, tac, donde tú vayas
no voy. O sí. O tac.
Tic. O no, ¡qué sé yo!

Me miras y sonrío
y callas. No lo entiendes.
Cómo vas a entenderlo.

La magia de una llamada
que no llega, no llega.
Tic, tac, tic, tac.

Qué solos se quedan...

Ah.




posdata: recuerdo de una tarde inolvidable en plaza España: ¡campeones del mundial! Qué fácil parece todo en esos momentos.

domingo, 8 de agosto de 2010

(Por qué) callas y te vas.

Cada día, un reto nuevo. Verse y no reconocerse; optar por seguir cambiando.

Me hablan de amor y sonrío: suspiro y siento envidia. De la sana, como un tomate cherry que brilla al sol. Nadie sabe nada ya. Me entretengo tejiéndome y luego me olvido de acabar. 

Siempre con ese hilo colgando.

Una vida a medio hacer, entre dos aguas que me ignoran. No me entiende nadie, ni quiero que nadie lo haga. Entenderme es aburrirme, porque "yo soy así". ¡Tópico típico para el niño malcriado--

Pero yo he convertido mi mundo. Lo he moldeado a placer: la grasa, en músculo y nada; el tabaco, en aire limpio y paciencia; el alcohol, en agua y zumo y tés y leche; los helados, en fruta y ensaladas;  

yo, yo mismo, en... Shhht.

Allá a lo lejos, demasiado lejos, unos ojos miran a alguien que no soy yo. O no miran. No saben verme, o no quieren. No importa, el resultado es el mismo, ¿no? Claro.

No importa, no me viene de aquí. Un fracaso más o menos se pierde en esta espiral de cambios.

¿Entiendes ahora? ¿Entiendes por fin?

Shhht... Aún queda mucho por delante.



- Nueva novela, espero acabarla este mismo verano.

sábado, 26 de junio de 2010

4. Va, pensiero, sull'ali dorate

Días vacíos, o llenos a más no poder.
Nubes grises. Sol radiante.
Antes irme, que quedarme
sin quedarme.
 
Estarán mis nubes contigo.
Brillará mi sol por delante.

Tú, que eres flor de maceta.
Que eres abono y aguante,
hierro de verja y muro alto.
Tú que impides el paso.

Alas doradas sobre la puerta.
En este cuarto, noche sola.
Noche muerta.

Cuando vuelvas,
recuerda que yo te dije adiós
sin decirlo, y que tú...

miércoles, 23 de junio de 2010

3. Pa, pa, pa-pa, para-ra

¡El fin de un primer año!

Nueve meses desde que entrase aquí, rodeado de caras nuevas y momentos nunca vividos. Horas y horas en bares, jugando a cartas unas veces y sólo charlando otras; horas de estudio a toda prisa, y de estudio con calma; de asignaturas apasionantes y de verdaderos peñazos.

El primero de carrera me ha enseñado muchas cosas, aunque casi todas ellas involuntariamente. He visto morir "grandes" amistades, y temblar amistades mediocres. Incluso he visto fortalecerse amistades a duras penas maduradas, si no tácitas (va por ti, Laura). He entendido que saber que ese alguien está ahí para ti, si lo necesitas, es tanto o más útil que tenerlo encima todo el rato.

También he aprendido que sí, que las Letras siempre serán mi amor platónico; pero que sentir que lo que estudio es útil para los que me importan... Eso me hace sentir pleno, satisfecho.

Me esperan meses de verano y relax, de trabajo y fiestas y trabajo y playa y más fiestas aún.

Sí, joder, sí: ¡Feliz verano, por fin!

lunes, 21 de junio de 2010

2. La vita è bella

El crío sueña con escribir. Él ha sido viejo ya, y se ha cansado de todo y ha renacido tres veces.

Pero a la tercera va la vencida, y ahora quiere empezar de cero. Sus manos no saben escribir. No como antes, como cuando era el primer viejo, o incluso el segundo. El tercero queda lejísimos, a un nivel que duda poder volver a alcanzar hasta dentro de muchos años.

Los hombres somos animales de costumbres. Aprendemos a caminar con las dos piernas, y aprendemos a que por los caminos se anda, por las montañas se escala y por los ríos se nada.

Y así nos perdemos muchos, muchísimos caminos difíciles, muchos montes y muchos ríos peligrosos. Lo que no se adapta a nuestros principios lo rechazamos de plano.

Un buen día, escuchando Buongiorno principessa, los principios cambian. Todo cambia, antes o después. Eso me habían dicho. Y al que antes amé y luego me dio asco, ahora le perdono. Y los que me han fallado ya no importan, porque no están frente a mí.

Ante mis ojos sólo el camino y un cielo enorme, abierto de lado a lado.

Y unas ganas increíbles de hacerle el amor a aquél que decida acompañarme.

domingo, 20 de junio de 2010

1. Quién sabe

Muerte de un mundo. Otro nace justo al lado.

Muerte y vida comparten el mismo objeto. El mismo juguete. ¿Qué soy yo, sino un objeto vivo? Un día, espero que lejano, moriré. Claro. Pero saberlo me hace doblemente poderoso. Porque sé que el camino acaba antes o después, y porque soy capaz de trazar la ruta a mi gusto.

Quién sabe si estoy preparado o no. Sólo con el tiempo podré decirlo.

Por ahora sé que, a lo largo del camino, se me han ido cayendo los amigos.

Mira, ahí va uno. Ahí va otra, y ahí otro. Ah, a ese sí que no me esperaba verlo, manchado de barro y hierbajos. (el pasado se pudre entre polvo, lágrimas y semillas entre zarzas).

No entiendo qué estoy diciendo. Nada tiene sentido, y tú estás a un lado, fornicando con mi mente. Os miro impasible, como he observado a esos cadáveres de amistad y momentos perdidos.

Nubes y nubarrones, negros y grises, y pájaros anunciando el fin de un mundo. Nubes ligeras, cargadas de naranjas y fuego si miro hacia el mar. La tarde cambia un cadáver por un bebé. La luna estará de parto esta noche. Como cada noche.

Bendito el sol nuevo, que traerá nuevos motivos para que yo escriba.

sábado, 19 de junio de 2010

Te prometo, te juro que me encantaría poder decir: "un beso lo cambia todo". ¿Te imaginas que fuera cierto? No, ya sé que no lo haces. Yo tampoco; a estas alturas, no corro si no veo la pelota volando.

No me malinterpretes, un beso es relevante; pero nadie muere, ni sube al cielo y baja chorradas cursis que brillan y tienen forma de corazón, ni suena Unchained Melody si te estás enguarrando de barro. La vida no es así.

Leer cambia muchísimas cosas. Leer sobre, qué sé yo, tardes de lluvia y ventanas golpeadas en cada entrada de blog; sobre canciones que desconozco y no me apetece conocer; en fin, leer más de lo que realmente querías.

Escribir aún cambia más cosas. Reconocerme esto y aquello, aceptar que no podré hacer eso ni lo otro, y que lo de más allá queda demasiado lejos como para planteármelo. Escribir para mí mismo en un blog porque me gusta saber que sólo una, o dos, o tres personas como máximo entenderán realmente de qué he estado escribiendo.

Un beso no importa nada. Leyendo, descubres mucho.

Escribiendo, lo sueltas todo.

viernes, 11 de junio de 2010

Es bonito pensar que somos dueños de nosotros mismos. Que nada nos afectará más allá de lo que nosotros permitamos que nos afecte.

Pero, en el fondo, la verdad es diferente.

La verdad duele; es jodida.

¿Qué pasa si un día, sin casi venir a cuento, un desconocido nos dice que tenemos una enfermedad crónica? El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) nos destruye por dentro lenta, cruelmente. Nos apaga con el paso de los años, hasta que al final nos desvanecemos.

Tan débiles. Tan solos.

Pero, ¿qué es la vida? Es una pregunta grande, enorme; yo jamás me atrevería a contestarla. Sería estúpido, e inútil.

Sólo... Solo, me da por pensar.

Pensar que la vida no hace más que apagarnos lentamente, día a día. Tenemos asumido que vamos a morir y, cuando por fin lo hacemos, no nos da tiempo de darnos cuenta de la cantidad de cosas que nos han hecho perder el tiempo.

Si murieses mañana, tú, amigo que lee y existe y no existe, porque no estás aquí y en cambio te hablo; si murieses mañana...

"La vida es eso que pasa mientras nosotros hacemos otros planes." - John Lennon.

domingo, 23 de mayo de 2010

Calle de madrugada.
Silencio extraño, enrarecido.
Silencio.


Se ha roto la ¿magia?
y sólo ha quedado
eso
no sé

...

Tiempo y silencio.
La calle se alarga
y se mueren los nervios.

Cómo no.
Tiempo.

Silencio.

viernes, 21 de mayo de 2010

Diario de un anoréxico

Qué, el título impresiona, ¿eh? Era para llamar vuestra atención, simplemente. El caso es que en las últimas dos semanas he experimentado un descenso considerable de mi peso. Antes, 85 kilos aprox.; ahora, 76 kg aprox y bajando.

¿Es porque no como? No. ¿Es porque como a desgana? Sí, eso sí. No sé por qué, pero me canso de comer en seguida. Doy dos mordiscos y pienso "pero qué más me da, si el resto de plato va a saber exactamente igual que esto".

Mi capacidad estomacal, en consecuencia, se ha visto reducida en un 80%, más o menos. Donde antes me cabían 250 gramos de spaghetti con su salsa de queso y crema de leche (es una burrada de spaghetti, os animo a que lo comprobéis un día) ahora me cabe una patata hervida con un poco de judía tierna, o un bocata vegetal pequeño con lechuga, queso fresco y tomate.

Conclusión, mi estómago ha sufrido el mismo cambio que mi paciencia: donde antes aguantaba carros y carretas, ahora me levanto y digo "que te jodan".

martes, 11 de mayo de 2010

Hay momentos en los que no te salen las palabras. Estás ahí, con tus esquemas mentales por los suelos y lágrimas en el aire. Pero esto era un concierto, ¿no? Tenía que ser una fiesta, joder. Una puta fiesta.
Y lo fue; de hecho, lo fue. Te reíste mucho y a menudo. Excepto mientras... Pero eso no ocupó la mayor parte de la noche. A ti se te hizo eterno, ¿eh?

A las 3:30am, cierras los ojos en la noche íntima de tu cuarto, y no puedes dormir. Cómo vas a dormir, si estás borracho y han pasado demasiadas cosas en demasiado poco tiempo. Estás sobrepasado. El mareo se debe a eso. Bueno, y al par de litros de alcohol que navegan por tus venas.

Mañana, todo esto no será más que un recuerdo. Un recuerdo de mierda, que te amargará el resto de la semana. Feliz mayo, compañero: bienvenido de nuevo al mundo de los mortales.

miércoles, 5 de mayo de 2010

El renacimiento (primera parte)

Voz triste, de niño: Como te iba diciendo, en ese capítulo de Padre de Familia Brian dice que los perros viven con un propósito de forma instintiva. Ni siquiera se lo plantean jamás; se pasan la vida convencidos de que lo que están haciendo y la manera en que lo están haciendo es la adecuada.
 Qué fácil ser perro.

No sé, Ane, he pasado un mes jodido, bastante jodido. De hecho, aún no estoy recuperado del todo: supongo que me llevará un tiempo acostumbrarme de nuevo al ritmo universitario, aunque sólo quedan 5 semanas de clases y tampoco puedo hacer mucho más aparte de apretar los dientes y tirar p'alante.

Voz segura, de mujer: Hay mil caminos diferentes. El mundo está lleno de ellos, y todos llevan a un mismo sitio. Un día u otro moriré. A partir de aquí, sabiendo esto con seguridad (¡al menos de algo podemos estar seguros!) sólo puedo decir que es mi deber disfrutar de cada momento como si fuera el último.

Y si eso implica ser consecuente con mis decisiones, y seguir con Derecho... Pues eso es lo que hay.

Voz tranquila, de narrador: A veces, un café y una buena conversación despejan más dudas que mil noches en vela.

lunes, 26 de abril de 2010

Adiós/Goodbye/Adieu

Dónde están ahora mis ojos en el cielo.

Cuándo notaré los dedos del tiempo rozarme el pelo, como aquella vez. Ya sé que no hay camino, ya lo sé: acabé aprendiéndolo. ¿Y qué?

Dónde están ahora las teclas y las hojas, el Word y mis bolis. Dónde está mi media vida, mis manos y mi mente. Por qué, de repente, apenas soy capaz de armar una frase y ya veo cómo cae, ante mis ojos. Sin gracia. Como una muñeca rota, sin brazos ni piernas.

Una imagen macabra. Una media sonrisa, tan triste.

Ah, mira. El piano. Es Chris Ingham con su melodía desencadenada; moldea mis oídos con agua salada. Mis ojos son las fuentes, y yo el barro. ¿Dónde se esconde lo que antes me inspiraba? Dónde la moto que acelera; dónde el coche que la atrapa; dónde mis sueños, que cosen y descosen como una Penélope drogada.

Ya no escribo. No escribo nada.

Nada...

jueves, 8 de abril de 2010

La verdad pasada es un ceño fruncido en el presente.

Perdonadme, de verdad, por no haber actualizado en tantísimo tiempo.

"Rrrrrrr. Clic-plas. Puerta cerrada tras de mí. Voy encendiendo y apagando luces mientras subo al segundo piso, en busca del refugio y la intimidad de mi pseudo-habitación.

Ahora ya ni siquiera me queda eso. Me han quitado mi habitación, ya no tengo ni esas cuatro paredes que me conocían tanto. Entre ellas he cantado, reído, hecho el amor, leído, estudiado. He vivido en mi habitación, y ahora estoy hacinado en lo que era el despacho de mis padres –y sigue siéndolo-, porque se suponía que iban a arreglarme la habitación.

Pero no se ha hecho nada. Ni se hará. Porque en esta casa nadie se mueve, nadie hace nada. No se cumplen las promesas; el viento se lleva las palabras en cuanto son pronunciadas.

Y ya estoy harto. Ya no confío en mis padres, no consigo mirarles a la cara y pensar “sé que harán lo que dijeron que harían”. Es triste, ¿no? Bah, ya sé lo que Sergio (alias “Marco”) me diría: Víctor, estás siendo demasiado duro con tus padres, y no se lo merecen. Vives muy bien, y te miman muchísimo. Aparte, se van de fin de semana a menudo, y te quedas solo en casa... ¡Y te quejas!

Fran me diría lo mismo, y Alba también.

Lo sé, lo sé, pero... ¿Y qué? Las personas somos limitadas. Tú no, claro, tú eres libre: pero los que estamos aquí, encadenados a la realidad, tenemos que lidiar con lo que se nos presenta diariamente, y tenemos que hacerlo con la experiencia acumulada y el contexto en el que nos encontramos.

Es precioso decir que hay que ser capaces de ponernos en la piel del resto de seres humanos que habitan el mundo. En serio, suena muy, pero que muy bien. Pero, a la hora de la verdad, cuando tenemos un problema o cuando se nos caen los esquemas al suelo, dinamitados, entonces ven y dime, si tienes narices, que me ponga en el lugar de un esquimal que sobrevive a base de grasa de foca.

¿Que vivo bien? Sí. ¿Que cada vez confío menos en la gente? También."

Fragmento de La verdad se esconde, Víctor Ballester.

viernes, 19 de marzo de 2010

Naturalmente.

Perdonad mi ausencia. El otro día me enteré de que una persona ya no leía mi blog, y a eso se le sumó una montaña de problemas que me han apartado de vosotros.

Es triste enamorarse. ¡Ya véis lo que dura el amor! Un suspiro, una noche, unas vacaciones. Puede que medio año, o un año, o dos. Puede que media vida. O la vida entera.

Pero, al final, el amor se acaba. Es como la vida; se parece tanto a ella, ¡que el que es de verdad dura exactamente lo mismo!

O eso dicen.

Mi abuelo Luís vivió décadas con el amor de su vida. Con Isabel, la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida. Me brillan los ojos cuando pienso en ella, y ya, ya, casi lloro. Aún no. Pero la vida es tan triste como el amor, porque un día se acaba.

O puede que eso sea lo que la hace el regalo más grande. Como el amor. Sea como sea, mi abuelo se perdió en los pliegues de las sábanas de aquella cama de hospital, hace nueve años. El último suspiro de mi abuela se llevó a Luís consigo, y nos dejó a un hombre que no sabía qué hacer con su mundo. ¿Qué mundo, si ya no estaba ella?

Enamorarse es triste. Vivir, un reto. Y es que ahora le veo ahí, en el hospital, con la mirada perdida y la mente ausente; le veo y él está en alguna otra parte, pensando en días que han quedado muy atrás. Dicen que la edad va borrando los recuerdos más recientes. ¿Os imagináis? Que llegue un momento en que sólo recuerdes aquellos años que pasaste junto a ella. Que no recuerdes que ya no está, y vuelvas a ser feliz.

Enamorarse es ilusión. Vivir, felicidad a plazos.

Como dijo el poeta, "que muera la noche || y vivan los enamorados."

lunes, 8 de marzo de 2010

Nieva en Montjuïch

Hoy ha nevado.

¿Ya está, eso es todo? ¡Oh, es que no nieva todos los días, en Barcelona! De hecho, según mi padre, hacía décadas que no nevaba: desde los años 60. Es que los barceloneses nos lo tomamos con calma. Bueno, pero lo importante no ha sido la nieve.

Lo verdaderamente importante ha sido el efecto que la nieve ha tenido en Barcelona. Mira, en mi universidad, por ejemplo, la gente ha cambiado. Normalmente ves cómo los grupillos se forman en sitios concretos, y están los que fuman y los que se sientan en los bancos y ven pasar las motas de polvo.

Hoy todos jugaban con la nieve, se tiraban bolas, los del patio grande bombardeaban a los que estábamos abajo, intentando salvar las pocas zonas corporales que aún no estaban chorreando. En general, todos reíamos, nos lo pasábamos bien.

Somos niños, en el fondo. Niños jugando a ser adultos, rodeados de libros que apenas nos interesan. Quién pudiera ser libre.




"¿Sabes? Mi abuelo solía decir que, cuando nieva, es porque la gente está haciendo las cosas bien."

miércoles, 3 de marzo de 2010

Amor del verdadero.

Llevaba tiempo buscándote, y no me había dado cuenta. Vi tus curvas en otros cuerpos, y creí haber encontrado la felicidad. ¿Puedes creerlo? Me pareció que tus ojos eran otros ojos; que no era cierto eso que decía la gente; que el amor se reducía a aquello.

Yo... Llegué a pensar que nunca te encontraría. Que amar se iba a reducir, por el resto de mi vida, a un continuo toma y daca; a una serie interminable de deudas por saldar.

Pero, de repente, en el lugar más insospechado, allí donde ni siquiera había depositado la más mínima esperanza; en esa tienda, en ese local, en ese lugar extraño que nunca me había atraído; en una casa francesa te encontré.

Tú ahí y yo enfrente, los dos observándonos. Tus ojos y mis ojos clavados en los del otro. Y las miradas de extraños clavándose en nosotros, como si fuéramos especiales. Porque tú eres especial. Diferente. Oh, vaya que sí. 

Cómo puedo quererte tanto. A ti, que destacas en cualquier sitio; que eres sofisticación, elegancia, belleza. Que eres perfección atemporal.

A ti, Citroën C3 SX. Desde ayer eres mío por contrato... Yo soy tuyo desde siempre por amor.


lunes, 1 de marzo de 2010

¡Curioso!

A veces, me quedo embobado mirando una escena. El mundo es un gran teatrillo, ¿eh? Es apasionante. Me doy cuenta de ello cuando estoy contento, y hoy lo estoy. Y mucho. He conseguido encontrar el equilibrio, mi equilibrio.

El tema hoy es: Necesitamos nuestra rutina. Fijaos, cuando estéis en alguna parte, en lo que va sucediendo a vuestro alrededor. Si os acordáis de mí (¡sería genial!), mirad lo que hace la gente. Sólo eso. De verdad, no os arrepentiréis.

El otro día, estaba en un bar con una amiga. El camarero cogió una pequeña cuña y la colocó bajo la puerta después de abrirla de par en par. Supongo que quería que se ventilase el local un ratillo. Pues bien, aquí es donde entra en juego la dinámica humana.
Aunque no os lo creáis, todos y cada uno de los clientes que salieron de allí intentaron CERRAR la puerta que, claro, al estar calzada, apenas se movía. Y yo observándolo todo y riéndome interiormente.

Ah, pero esto no es lo más curioso. ¡Lo mejor era cuando alguien intentaba entrar en el establecimiento! En vez de ABRIR la puerta, lo que hacían era pasar por la pequeñísima rendija que había dejado el último en salir. Imaginaos aquello: una pareja de treintañeros, metiendo barriga para lograr colarse por el espacio mínimo entre la hoja de la puerta y la pared.

¿Qué conclusiones sacamos de todo esto? A mí se me ocurren unas: que, al dejar atrás algo, nos gusta saber que se queda tal y como estaba al llegar; y que, al encontrarnos con algo que no esperábamos, en vez de intentar detenernos y reflexionar, preferimos tirar p'alante y ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Bendita humanidad.

sábado, 27 de febrero de 2010

Despedida

"Hace mucho que no te escribo. Ya, ya lo sé, te tengo abandonado. Apenas si sabes cosas de mí desde hace... ¿Cuánto? Tanto tiempo. Siempre nos ha fallado la comunicación: demasiada comunicación, como dice Homer.

Ahora hablando en serio, la verdad es que no te echo de menos. Ya no. Es triste; bueno, dicen que debería serlo. Pero no me afecta para nada. Supongo que he tenido tiempo más que suficiente para acostumbrarme al hecho de que no estés.

Tengo otras cosas en mi mente. Van a comprarme un coche dentro de nada, tengo los exámenes trimestrales en un par de semanas y media, este verano voy a hacer un viaje genial con gente a la que quiero mucho. Eso es lo importante.

Lo demás no importa.

Dicen que las historias nunca acaban bien; que, simplemente, o no acaban o acaban mal."

Unos pasos, y poco a poco la tumba se aleja de su espalda. El aire no se mueve, ni el sol ni las ramas de los cipreses. Es una mañana de febrero, pero no hace frío.

Víctor sonríe.

jueves, 25 de febrero de 2010

VII Festival Swingers: CARLOTA Y SUS PECADOS.

Mis más sinceras disculpas a Diana por no haber podido colgar el texto a tiempo. Ha sido por problemas técnicos.

* * *

Gracias al blog Un paseo en Bicicleta y a su dueño Víctor por permitirme entrar a su espacio y plasmar mis letras.

-¿Cuál es su nombre? -Carlota Duarte de Ibarguengoitia.
-¿Porque la traen detenida?= -Por asesinato.

-¿el motivo? Detallado..

-Entré al hogar y decidí prender la lámpara, me asombré de que todo estaba oscuro, tiré las llaves ahí en el primer mueble que se me cruzo por mi camino, me sentía realmente agotada por las horas que pasé jugando tenis y después canasta con mis amigas, entre a la cocina, tome un vaso para servirme agua, cuando en eso oigo ruidos en el segundo piso.
Me entró una incertidumbre grandísima- a lo mejor es mi marido.- pensé y subí sin hacer escándalo porque capaz y era un ladrón.

Iba subiendo y cada vez oía algo extraño, .- ¿gemidos?.- me fui acercando e iba escuchando más fuerte esos gemidos, mire la puerta entreabierta, la luz tenue de la lámpara de mesa me hizo ver que mi marido no estaba solo.

-Hijo de su reputisima madre.-dije entre mí.

Mi marido estaba con su secretaria, no sé si le conté pero él es Abogado y tiene un despacho muy elegante y por consiguiente tenía que tener una secretaria, pues con ella estaba poseído teniendo sexo desenfrenado, era una escena llena de LUJURIA, de deseo, de pasión, yo la verdad me quede viéndolos, no sabía qué hacer, si interrumpirlos o seguir contemplando esa escena con ganas de estar yo ahí, en vez de la secretaria, pero la verdad me quedé viendo, era algo así como ver una película porno en vivo y a todo color.

-¿Qué hago?, Se me ocurrió una idea mejor, deje que siguieran y baje despacio a la cocina, los nervios me estaban matando me puse a sacar comida del refrigerador a ver que me podía hacer, traía muchísima hambre, me serví una copa de vino y la comí con un pedazo de queso Roquefort.- No bajaban- y seguía comiendo, la GULA me invadió, seguí bebiendo hasta empezar a reírme sola, total no me iban a oír estaban muy ocupaditos, sin querer tiré la comida, empezó a embargarme un sentimiento de rabia, coraje, la verdad yo estaba con el por AVARICIA, me gustaba todo lo que me compraba, todo lo que yo le pedía me lo concedía y sinceramente los encuentros sexuales con él, últimamente me daban PEREZA, no me hacía sentir absolutamente nada, pero por lo que veo a la secretaría si le hacía sentir cosas, creo que también le miraba la cartera y también la había consentido con algunas cosas.

-Yo soy la esposa legítima, soy la que tengo derecho a todo, que se quede con su sexo, con él, pero la casa, el dinero, las joyas, los carros es mío solamente mío!!.

Me llene de IRA, y saque un cuchillo, fui al despacho, de su caja fuerte saqué la pistola, pero también traía el cuchillo.- haré uso de las dos armas.

Subí nuevamente y empecé a verlos, seguían.- vaya hasta que aguantó, conmigo no aguantaba nada, o a lo mejor no le atraía tampoco, digo es preferible cogerse a una jovencita de 25 años a una mujer madura de 45.- 20 años es mucha diferencia, lo bueno es que nunca tuvimos hijos, hubieran sufrido bastante, porque ni yo ni el teníamos tiempo, cuando nos casamos decidimos no tener.

Con que ganas se estaba echando a la jovencita, el viejo rabo verde de 50 años, que tenía buen físico, a veces se iba a tomar con sus amigos, también abogados.

Por el contrario que ENVIDIA, la jovencita si tenía buen cuerpo, era deseable, tenía sus pechos firmes, cuando la volteo para hacerle sexo anal, sus glúteos se miraban duritos y prominentes.- lástima que todo ese cuerpecito, no lo va a poder disfrutar nadie más.

Abrí la puerta lentamente, y no notaron mi presencia, en eso tosí muy suavemente y pegaron un brinco.- no es lo que parece Carlota.- me dijo el muy estúpido, entonces que parece?.- No le di tiempo de contestar.- le pegue dos balazos en el pecho, mis clases de tiro de algo me sirvieron.

La jovencita empezó a gritar.- te callas, toma. Le di el cuchillo, córtale el pene.- señora no puedo hacer eso, perdóneme.- córtale el pene te digo! .- en eso ella lentamente se lo estaba cortando.- como disfrutaba ver eso.- Ella manchándose de sangre, no podía controlarse cada vez lloraba más y gritaba, lo bueno es que nadie la escuchaba.

Cuando termino la hice que se lo metiera a la boca, así moriría feliz, bueno dentro de lo que cabe, y disparé.

Y porque estoy aquí, porque llegó el hermano de mi esposo y me delató. No alcance a terminar mi plan.

Pero sabe que, usted más que nadie debe de saber que a una persona no se le debe de humillar, y yo tengo dignidad, por eso maté a mi esposo y a esa ramera y sabe que: No me arrepiento. Mi SOBERBIA no me lo permite.

domingo, 21 de febrero de 2010

M. Luther King modernizado (¿?)

Ayer tuve un sueño. En él, la gente trabajaba las horas suficientes para vivir. Todos estaban ocupados, porque nadie cobraba ni pagaba nada. Los servicios eran el trabajo mismo, y se consumía lo que la propia sociedad producía.

¿Eres capaz de imaginarlo? A mí me costó. Las ciudades de aquel país de mi sueño estaban unidas por mucho más que un trapo sucio y mal cosido en un mástil, o por una melodía estúpida basada en no sé qué leyenda. Las unía el amor a la vida, al saber, a la paz.

En mi sueño, ningún ciudadano era más que los demás por su dinero, sino por sus conocimientos y por su forma de vivir. Nadie imponía nada: todos y cada uno de los habitantes de la ciudad aceptaban aquel sistema como el idóneo.

En ese país, no existía la propiedad privada. No existían las clases. Ni los odios, ni la desigualdad, ni el capitalismo.

...

Desgraciadamente, aquello fue sólo un sueño.

O no.

martes, 16 de febrero de 2010

La XIII fantasía final.

Me duele el alma. Tengo un vacío en el pecho, justo a la altura del corazón. Y es por ti.

Tú ya lo sabes, ¿no?

Parezco idiota. Siempre me preguntan, y digo lo mismo. "No, bueno, hace ya un tiempo que no hablamos..." Y, después, la corrección fatal: "Mi mejor amigo.. Quiero decir, mi ex-mejor amigo".

Es una mierda, una puta mierda. Te quiero tantísimo que no puedo hablar del tema sin ponerme a llorar como un imbécil, y soy incapaz de coger el teléfono y llamarte y saber de ti.

Y sin embargo lo publico en mi blog. Para justificarme ante el mundo, supongo. Para leerme después y decirme a mí mismo "Víctor, eres patético". O porque me da miedo enfrentarme a mis errores. A todo lo que he hecho mal. Y es mejor pensar que te veré pronto y que entonces se arreglará todo.

...

Ojalá sea pronto 9 de marzo, M. Qué ganas tengo de verte ya.

viernes, 12 de febrero de 2010

La verdad se esconde (fragmento 2)

Creo que...

Somos canciones. ¡Piénsalo! Cada persona tiene su ritmo propio, su forma de moverse por el mundo. Por esta inmensa y a veces terrible partitura. Las líneas del pentagrama nos acorralan unas veces contra un compás; otras, nos alargamos durante varios tiempos. El amor nos da las alas para hacerlo.

Otras veces un silencio largo, o un silencio corto, nos hace reflexionar. “Eh, detente, espera un momento. ¿Qué vas a hacer ahora?”

Pero la melodía, nuestra melodía, continúa. Nos deslizamos y nos transformamos una y otra vez, acelerando en algunas ocasiones y frenando en otras.

Amamos piano y forte, y olvidamos lento.

Vivimos en un crescendo que muere en un punto, y luego se reconvierte en un diminuendo por unos días o unos meses. Y el ciclo comienza y acaba muchas veces.

¿Lo ves? Somos canciones. Pero, ¿qué canción eres tú? ¿Cuál soy yo? Cómo ser capaces de encontrar el estribillo que mejor se adapte a nosotros, si no tenemos ni idea del estilo al que pertenecemos.

sábado, 6 de febrero de 2010

La verdad se esconde

Estoy metido de lleno en un nuevo proyecto. ¿Conseguiré por fin tirar adelante mi segunda novela? ¡Ojalá! Por ahora, un adelanto:

Hay algo que no funciona. Lleva tiempo sin funcionar, y la cosa cada vez empeora un poco más. Cada día, al levantarme, descubro que tengo menos fuerzas que el día anterior para afrontarlo todo.

No me apetece hablar con él, o con ella, o con ellos. Va a días, sí, está claro, pero esa sensación de incomodidad conmigo mismo y con el mundo va aumentando exponencialmente.

Y no sé qué hacer, porque la vida todavía no me ha dado armas suficientes como para enfrentarme a lo desconocido. No me veo capaz.

Y huyo, sí. Huyo. Quizás tú actuarías de otra forma. Quizás porque tienes más años que yo, y eres una ama de casa, o una mujer que trabaja dentro y fuera de casa, o un marido preocupado por su esposa y sus hijos, o qué sé yo.

Tú puedes ser mil cosas, tú no existes en mi realidad más inmediata. Tienes la facilidad de reinventarte tantas veces como te apetece, porque no hay nadie que te diga “eh, tú eres así, no puedes cambiar”. Eres diferente, inconstante.

Eres libre.


Espero vuestra primera impresión.

Ah, casi me olvido: gracias por hacerme saber que estáis ahí.

jueves, 4 de febrero de 2010

Nine (sobran las palabras)

Una mente capaz de discurrir maravillas. Sueños, fantasías, ilusiones. ¿No lo véis?

-Es un niño -exclama un corrillo de mujeres-.

Los focos se apagan. Sólo una figura diminuta queda iluminada, a un lado del escenario.

-Yo soy... un niño -exclama el pequeño-.

-En un flash, el escenario deslumbra al público -anuncia la voz-. Un coro de mujeres canta, está cantando. ¿No lo oyes? Es la belleza de diez, de quince mujeres. Son ellas, son diosas. Mujeres.

-¡Mira! Las mujeres rodean al niño e intentan besarle, rodearle con sus brazos.

El niño crece y el público queda boquiabierto. ¡Es un hombre!

-¿No lo véis? ¡Es evidente! El milagro de la vida, una vez más. Qué será... Qué será.

Qué pasará con el pobre niño que...

Cae el telón.

martes, 2 de febrero de 2010

Cuando te das cuenta de que todos tus problemas no son nada.

Tengo miedo. No le temo a la muerte, ¿sabes? La muerte viene y no te das cuenta, porque ya estás muerto. No, no me preocupa ella. A mí me aterroriza la vida. Todo lo que voy a tener que vivir antes del dulce, delicioso final.

Hoy has llorado, mi pequeña. Has llorado, y cada lágrima me ha arrasado el alma. Guardabas bien adentro un dolor innombrable, un secreto fatal. No lo sabía, y me he arrepentido de cada letra que te he dicho antes de ese momento. Porque soy un bocazas.

No, tranquila, no se me ocurriría decir en mi blog quién eres tú, o por qué has llorado. Por qué se me ha erizado la piel, por qué he querido volver atrás cinco minutos en el tiempo y coserme la boca. Lo siento tanto.

Pero ahora somos más tú y yo que antes, ahora nos conocemos un poco más. Y eso es genial.

Te quiero porque eres como eres, y porque me gusta cómo soy cuando hablo contigo. Eso es todo lo que sabrá la gente.

Eso es todo por hoy.

posdata: No sabía que tenía a un polizón en mi nuevo blog. Bienvenido, supongo; disfruta de tu estancia aquí. Nos vemos el 9 de marzo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Mi semana: Fin.

Que se me acelera el corazón, joder. Sólo tú lo consigues todavía. El único chico que me pone nervioso.

Tú...

Hemos vivido tantas cosas, hemos reído tanto y llorado tan poco. Pienso en ti a menudo, sobre todo cuando me duelen las costillas de tanto reír y me doy cuenta de que, a tu lado, eso era lo más normal del mundo. Mi mejor amigo...

Me quejo de otros. De lo que no han hecho, de lo que me han hecho, de lo que no he podido hacer por su culpa. ¿Qué importa, al fin y al cabo?

Esta ha sido una semana intensa, de profundos cambios. Me ha sorprendido, me he sorprendido, os he sorprendido

La semana que viene, más.

viernes, 29 de enero de 2010

Mi semana (5/7): Viernes.

Increíble, boquita. Increíble.

-¿No te lo esperabas? De verdad nunca, en estos últimos meses, se te ha pasado por la cabeza?

-¡Jamás! Pero... ¿A quién iba a ocurrírsele? ¡¡Has escrito un libro dedicado a un chico!! ¿Y ahora me vienes con que eres heterosexual?

Shhhhhhht. Las manos bajan y rodean el asa de la taza. La taza sube y moja los labios, luego inunda el paladar. Caída libre por el esófago y el café acaba en lo más hondo de los amigos. Se miran y apenas se conocen; es todo tan extraño y natural a la vez. Lo único que antes les separaba ahora resulta ser el último puente que se abre entre los dos lados del precipicio.

-Volvemos a tener algo en común, ¿no? -resuena la respuesta. El bar permanece en silencio, expectante-.

-...

Viernes de cambios. Viernes de locura, de revolución. En el fondo, las cosas no son tan fáciles.

Hoy se acaba el mun--

-¡EH! ¿Pero nos hemos vuelto locos? ¡Esto no puede acabar así! -el amigo se levanta, tira la taza, se encara al escritor-.

Una entrada acaba cuando se publica.

O no...

miércoles, 27 de enero de 2010

Mi semana (4/7): Jueves.

Dos. Dos manos, dos brazos, dos ojos, dos pies. Dos labios que buscan dos más. Dos horas que pasan tras otras tantas, y el tiempo no se detiene nunca. Dos manecillas son testigos silenciosos del dilema.

Dos caminos, dos opciones. A un lado el abismo, al otro lado igual. ¿Qué eliges, boca con sabor a cereales y almendras?

Sonríe, venga, ¿qué te cuesta? ¡Si no importa lo que elijas! La decisión es tuya, sólo tuya.

El sol de un lunes, que te pillará recostada sobre un pecho, olvidados el tiempo y el espacio; el metro y sus paradas, en cada una pensando lo poco que te queda para innovar, por primera vez en mucho tiempo.

O puede que te atraiga más ese cantante que apenas conoces, que nunca ves, que sueñas cuando menos te lo esperas. Ése que te tiene el corazón agitado y el estómago removido, y que te hace temblar de pies a cabeza aunque no él no sepa ni cómo te llamas.

Equilibrio semanal.

-¿Esperanza?

-Al menos, un poco de diversión.

.. Ah, los dulces juegos de los jueves.

Mi semana (3/7): Miércoles.

Yo sé que, cuando cantas, te corre la energía por las venas, de puntillas, y se te hace un nudo ahí, en las entrañas. Que no me engañas, no, que te conozco, y entiendo, por el tono que utilizas, el millar de pensamientos que te van rondando las orejas.

Te lo noto, sí, yo te noto cada idea y la siento en mis pulmones, cuando se abren y se arriesgan a respirarte. Que tu aire es mi aire, y nada más y nada menos. No estoy hecho yo para olvidarte, ni para tenerte a medias tintas o para hablarte.

Te oigo cuando cantas, aplaudo a tus instintos cuando clavas esa nota tan aguda, que apenas se oye, que casi no es ni música, es un idioma nuevo y genial.

Cada miércoles lo empiezo y lo acabo pensando en ese coro, en nuestro coro, inundado por tu voz durante horas, abandonado a su suerte después, cuando te marchas. Como yo.

Lo confieso, lo confieso, cada miércoles comienzo a imaginarme que esto es cierto, y que tú participas en mi concierto de cámara; que estas caras y este viento en mis mejillas -cuando la calle me abraza- no son nada

si no estás.

martes, 26 de enero de 2010

Mi semana (2/7): Martes.

Las puertas del metro se abren. Pasan unos segundos y entonces se cierran. La mirada esclava observa, sonríe, piensa. La mirada se deja llevar por la gente, los pasos, las palabras de alguna pareja que se pierden en el ambiente.

¿No te das cuenta? Qué va, cómo ibas a hacerlo. ¡Si estás atontado! Que los ojos se te van, lo noto, y los dedos te bailan un tango extraño. Como si estuvieras nervioso. Como si no supieras qué mano lleva la rosa y, ante la duda, optases por estrujar el tallo con las palmas y cubrirte de sangre, de esa sangre limpia, roja y cálida.

Atontado. Cada parada solía significar un poco menos para llegar a casa. Allí te esperaban tus padres y tus perros y tu pc

y una cena destemplada y un café.

Eh, pero... Espera, espera un momento. ¿Por qué bajas aquí? Esta no es tu parada. Eh, ¿adónde vas? Tu mirada no es aquella mirada que observaba el mundo y sonreía. No, no, tu mirada ahora se observa a sí misma, se inspecciona y se entretiene con otros juegos. Memoria, olores, tacto.

Y una voz por el interfono y la puerta se abre y hay otra mirada sentada en la mesa y ambas se abrazan.

Ni un café solo más.

domingo, 24 de enero de 2010

Mi semana (1/7): Lunes.

-No me recordarás mañana. O puede que sí... No lo sé, qué más da, no importa. Eh, ¡te lo digo en serio!

Hace un sol radiante hoy. Es un bonito lunes de mediados de mayo, y el calor ha hecho un pacto con el frío. No tirito ni me agobio, ni sudo ni se me eriza la piel. En la habitación todo es perfecto, como si un reloj natural hubiese templado nuestras sonrisas, nuestra sangre.

-¡Ah, el amor...!

-Quién lo pillara, ¿no? -dice la boca casi dormida-.

-Bueno, es todo muy relativo.

Yo te tengo a mi lado, y oigo, como si alguien me susurrase las notas, una melodía a piano. Las teclas invisibles me hablan de paz, de confianza, de silencios cómodos y conversaciones amenas. Nuestro cielo -este techo blanco, lleno de días y noches devorándonos-, nuestro cielo es quien me ha abierto los ojos esta mañana.

Y lo siguiente ha sido tu cara, bañada por este sol que no veo y siento, que toco en las sábanas como si le acariciase la mano. Pero es tu piel la que noto. Son tus dedos.

Qué más da el amor,
¿Qué más da el amor?
Qué más dará, ah...
Si nos tenemos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Las cuatro estaciones IV: Decepción.

"Decepción es algo demasiado difícil como para explicarlo en una simple entrada. No es sólo amor que muere, no es odio que apenas nace. No es tristeza, ni resignación, ni una mirada frustrada.

Es la suma de todo eso.

La decepción me mueve adelante y atrás, me hace decidir si ha llegado la hora de decir adiós. Depende de tantas cosas que no podría enumerarlas en una decena de párrafos. Y, no obstante, es una de mis reacciones más previsibles.

Imposible de evitar. Cuando veo que más allá de esos espejos que son tus ojos no hay más que una pared y un par de clavos aguantándolos; que detrás de esas manos, de esas ramas fuertes de rosal blanco, no hay más que tallo -ni siquiera espinas, joder, ni siquiera eso-; cuando me doy cuenta de que estás hueco, de que no importa cuánto tiempo te observe.

De que no sirves para nada."

Y el pequeño espejo de mano cayó al suelo, y se rompió en mil pedazos. Se oyeron pasos alejándose del desastre.

martes, 19 de enero de 2010

Las cuatro estaciones III: Felicidad.

Es una frase pronunciada en el momento correcto. No un minuto antes, ni uno después. Salir del metro y, oh, ¡sorpresa! El aire está nublado y los mismos árboles parecen mecerse en el viento suave -apenas un susurro-. Todo es gris excepto la vida, la energía plena de un pájaro errante y de unos peatones apresurados.

¡Todo es vida! La sonrisa que me dibuja los labios es el pincel más genial, el que sabrá delinear este día. Hoy no importa que llueva, que tenga mil cosas por hacer, que la universidad me agobie y lleve meses soltero. Pensándolo bien, nada de todo eso tiene la menor importancia. Si no se va a solucionar igualmente, ¿qué más da fruncir el ceño o torcer el gesto?

Aún me tengo a mí, y nadie va a poder quitarme eso.

Y a ti, lector/a... A ti no te pido hoy que mires al cielo, o a los lados, o a la pantalla. No, a ti te pido que alces tus manos a la altura de los ojos, y las observes. Eso es tu fuerza, tus manos eres tú. Donde seas capaz de llevar a tus manos, tu cuerpo las seguirá.

Construiremos nuestro destino, nuestro mundo, con el sudor de nuestras manos o el ingenio de nuestros dedos. Quizá con ambos. Quién sabe, ¿no? Todavía nos queda tantísimo por delante.

Así que no alcéis la vista sino las manos; no observéis al mundo sino a vosotros; no confiéis en nadie más que en vuestras posibilidades. Y vuestra vida será vuestra. Y entonces, sólo entonces, aprenderéis a ser plenamente felices.

sábado, 16 de enero de 2010

Las cuatro estaciones II: Nostalgia.

Duermen los niños. Los viejos duermen y la muerte los contempla, meciéndose en la silla vieja de madera carcomida. Duermen los niños, y la vida los acuna y les canta nanas al oído, para que nadie más las oiga.

Yo añoro esa infancia, ese pasar dulce de las horas y los días. Esas canciones de cuna perdidas. Y añoro lo que me queda por recorrer, todas las decisiones a las que debo enfrentarme aún. Pura nostalgia del futuro y del pasado.

Esa calle, sí, ese cielo que ahora se cubre de naranjas y agua clara, me ha visto asomarme a un balcón en la segunda planta, caminar descalzo por las baldosas rojizas y apoyar las manos en la baranda. Y aspirar la nostalgia de otros, la añoranza de miles de almas. No la mía.

¿Dónde están tus curvas doradas ahora? ¿Dónde tu placer prohibido, tus labios frenéticos? ¿Dónde tu propia nostalgia de noches sudorosas, agitadas?

Ah... Nostalgia. Qué bien te sienta mi cama.


foto de xavi ullets. Un fotografo genial, una mejor persona, un amigo inmejorable. T'estimo.

jueves, 14 de enero de 2010

Las cuatro estaciones I: Deseo.


El amor se huele. No se toca ni se ve, y aún menos se saborea. Puede que se oiga. Sí, puede que se pueda llegar a oír también. Amor es un perfume que llevamos en la mente o en la piel; en la nariz, en las entrañas y el corazón. Una melodía que tarareamos sin darnos cuenta, y que nos hace sonreír y mirar al cielo, o sólo caminar más rápido o más lento.

Que nos altera, vaya.

No sé mucho de ti. Sé cómo te llamas y de quién eres amigo, y sé que me encantaría conocerte. No te huelo ni te oigo, pero te veo y te he tocado. Creo.

No he llegado a probarte.

Grr. Cuando por fin te tenga...

lunes, 11 de enero de 2010

Gira la rueda, la rueda gira.

El sol renacerá.

Renaceran la luna, la tierra y el firmamento. No hay inicio sin fin, ni muerte sin nacimiento. ¿Lo sabías, verdad?

Guardo el secreto de la humanidad en los bolsillos de mis tejanos. Llevo tus ecos y mi voz en lo profundo de un puño, y la otra mano abierta para escuchar. No necesito mucho más, que lo que no se oye ni se dice no me tiene que importar.

Pero si mis ojos se abren un día y mi puño está abierto, y tu eco yace sobre la cama penetrado, o apenas besado o tan siquiera acariciado (o dormido, qué sé yo); si eso ocurre, amor mío, sabré que he dejado de poseerte.

Y el sol morirá.

domingo, 10 de enero de 2010

Águila abatida por el cazador.

Oasis vacacional.

Al alba, las alas de la paz marcharán sobre nosotros. Para ganarle minutos al olvido y al cielo, y a la noche y al mismo tiempo. Para robarnos el alma, para acariciarla y nada más.

¿Qué es música? ¿Qué poesía?

Oasis cerebral.

Pensar con los intestinos, con las entrañas. Soy todos mis órganos. ¿Quién es quién para responder qué es nada? Si no nos conocemos, si ni siquiera sabemos qué queremos de nosotros...

Si ha caído en la niebla nuestra amada.

jueves, 7 de enero de 2010

Já, ¡me río en tu cara!

-¡Es que necesito estar enamorado!

-Que necesitas... ¿Eres idiota?

Oh, sí, sabía perfectamente que, por primera vez, no era él quien decía esa ñoñería estúpida de "sin amor no soy nada"; y, joder, ¡qué bien se sentía sabiéndolo!

-No te pases. Tú has estado dando por saco con tu enamoramiento durante meses, y todos los que te leen han estado soportándote; podrías darme un respiro, ¿no?

-Podría.

Silencio incómodo.

-Pero... ¡Dime algo!

-Ay, no sé, tío, ¿qué esperas de mí? ¡No puedo entenderte! Es como si vivieses en medio del campo y desearas morir aplastado por un rascacielos derrumbándose. Es ilógico necesitar enamorarse, ¡porque necesidad y amor son completamente opuestos!

-De verdad, no se puede hablar contigo. Eres un niñato repelente y te odio.

-Del amor al odio...

Un paso. Adiós --

sábado, 2 de enero de 2010

Una reverencia, y ¡que el espectáculo continúe!

Prefiero no hablar del tema. He intentado escribir sobre él tres veces, y las tres he acabado borrando todo el texto de la entrada. ¿Intimidad? Puede ser. ¡Aunque apostaría por la opción de no querer pensar en ello más de lo necesario!

Ayer la fiesta de Fin de año fue brutal. Sobre todo gracias a él, a mi mejor amigo. No sé qué hubiese hecho si no hubiese estado a mi lado cuando dejé de percibir lo que me rodeaba y dejé de ser Víctor para ser un mojito con patas.

"Yo soy yo y mis circunstancias", ¿no? Pues ayer mis circunstancias eran más bien desalentadoras. Así que niños y niñas, nada de beberse 4 mojitos, 2 caipirinhas y 3 cervezas en unas 4 horas, porque no suelen sentarle nada bien al body.

En fin, brevísimo resumen del año que ya es pasado: muchos tíos en mi cama (en días y horas diferentes), mucho alcohol y tabaco en mi sangre, demasiadas ideas en mi cabeza y cada vez menos gente en la que apoyarme.

El 2010 promete, chic@s... ¡¡Feliz año nuevo!!

posdata: mañana me voy a ampuriabrava unos días, a relajarme y aislarme del mundo. Lo necesito. ¡Cuidaos hasta que vuelva!