jueves, 6 de noviembre de 2014

Declaración

Esta vez
no escribiré una derrota.
Soy feliz y feliz escribo.
Soy yo gota a gota,
bajo cortinas de lluvia
y un verde profundo y cierto.

Hablarse a uno mismo
y escribirlo
es vivir la paz,
respirar paz y soñar paz.

Devenir protagonista de tu obra,
ser lo más interesante que te podía pasar:
esta vez no podrá ser una derrota,
porque he aprendido de todo
y me he entendido, al final.

Soy presente sereno, pasado turbio,
futuro deslumbrante y fin.
Soy todo aquello que creo ser,
aquello que siento al ser;
ya no lo que otros,
¿ya nunca más lo que otros?
Ya no lo que quieran
hacer de mí.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

17:57h del 5 de noviembre

¿He agotado esas palabras?
Sé que ya no queda poesía,
y no me escribo todo
hasta vaciarme y llenarte.

Soy yo todo, todo yo. Mío
es el torrente de palabras,
italianizadas ahora,
en la esperanza mañana.

Soy yo por fin, y de
esas palabras
quedan interrogantes
      -y nada-.

No es el tiempo el que cura.
Curamos nosotros lo que duele,
y lo hacemos cuando volvemos
a tenernos. Ser feliz es no perderse.

¿Y después? Quizás no hay nada.
O hay quizás varias puertas,
y resta en nuestras manos abrirlas
o salir por la ventana.

Una lleva a tus brazos, tu
sonrisa, tu cama. Otra
lleva a los míos, a esta casa,
a mi casa.

Una tercera
me devuelve a aquella estancia,
en la que todo es luz y nada queda
ya de esas palabras.

martes, 24 de junio de 2014

Jordi Ballester

Imperio del sol,
planeta alternativo,
tu casa es paz eterna.

Te admiro
como admira la vela al sol
o la gota al mar.

Eres lo que quiero ser,
estás donde deseo llegar.
Tú eres familia feliz,
la vida tranquila
en un entorno hostil.

Eres una sonrisa infinita,
una canción relajante,
la calma en la tormenta.
Eres toda una vida
y todas sus variantes.

Eres un gintonic con fresas,
fuegos artificiales
y un brindis sincero.

Eres el mejor hermano
y un inmenso padre.
Eres todo eso y más,
y te quiero.


jueves, 12 de junio de 2014

Identificarse

No necesitas motivos.
Cuando estás solo y las horas
pasan y pesan;
y el silencio es vacío,
y las palabras cuestan.
No necesito motivos.

Como cae la noche y,
con ella, viene el frío,
también mi mirada, mis ganas
de salir adelante,
mi visión del camino.
No necesitamos motivos, no
los necesito. Porque, en la ruta hacia el fin,
me bastará el olvido.

Y en mi caminar, de sur a norte,
habrá mujeres y hombres,
lágrima viva y carcajada.
Seré yo de sur a norte y luego a sur,
y mujeres y hombres.
Pero ya no tú. No,
ya nunca más tú.

Motivos me sobran o faltan.
Y, sin embargo, en cada extremo tú,
mis motivos
y, por siempre, las palabras.

viernes, 31 de enero de 2014

Circular-narrativa

Ser tristeza.
Hablar tristeza, vértela
y oírtela. Significar
tristeza.

Me gustaría revisar nuestros meses.
Darles otro sentido,
uno nuevo, más coherente.
Uno en el que tú me engañaras
y me hicieras siempre infeliz.

Y ser víctima entonces.
Ser aquél al que todo pasa,
que nada controla, que quiere morir.

Quisiera un conjunto armónico.
Una serie de visiones entrelazadas,
tejida desde aquí. Desde casa,
mi casa, "allí donde nunca
me han hecho sufrir".

Ser tristeza.
Hablar tristeza, vérmela,
oírmela; y sentir,
significar tristeza.

Lo entendería todo entonces.
Sería víctima
y podría dormir.
Y ya no nos soñaría,
ni nos pensaría,
ni escribiría versos por ti.