sábado, 24 de septiembre de 2011

Noche de lluvia a principios de otoño

Me quedo con tu olor.
Con la delgada línea
que separa lo bello de lo mediocre.

Recordaré lo bueno.
Toda esta mini-vida
que has protagonizado.

He sido personaje de tebeo,
cómico y reina del drama;
he escrito -o he leído-
esta trama retorcida, cansina ya.

Como una obra por terminar,
olvidada apenas en el escritorio,
dormiremos en un limbo gris.

Antes de dejarte ir,
no diré nada -aunque hay mucho que decir-.
Seré la boca que calla,
la mano que dice adiós,
el rostro que no expresa nada.

Seré una despedida incomprendida.
Una despedida controlada.
Seré algo que no entiendas, 
quizá,
como casi nunca
entendiste lo que pasaba.




5 comentarios:

vuelo de hada... dijo...

Suelen aflorar estos sentimientos... cuando se acerca el otoño.
Hacia uffff tiempisimo no te saludaba me alegra saber que aun existes!
Un abrazin

Dinsmoor dijo...

"Seré la boca que calla,
la mano que dice adiós,
el rostro que no expresa nada."
Me encanta.
Besos!

Pluma Roja dijo...

En la vida hay repeticiones con diferentes actores. Es decir, el protagonista siempre seremos nosotros pero tendremos actores invitados que repiten las historias.

Un saludo cordial, al igual que Hada, hace mucho que no te miraba por aquí.

Saludos cordiales.

Ramón María dijo...

Por fortuna el Otoño es época propicia para deshojarse de pesares y andanzas terminales.

Abrazo

Anónimo dijo...

Si, un olor, ese olor, su olor: el de la yaya, el de la Nina. Siempre queda grabado en nuestra memoria: olores queridos, olores de seres querido. Tu inconfundible y tan querido olor. Te quiero, tesoro.

Me encanta tu poesia, me encanta:

Me quedo con tu olor.
Con la delgada línea
que separa lo bello de lo mediocre.

Un beso