Hubo un tiempo
en que noche y día invitaban a soñar.
Un tiempo en que las palabras
no me dolían al salir.
Un tiempo
en que todo estaba por hacer,
por sufrir y disfrutar.
Eran aquellos días
en los que hablar no era raro.
Eran otros días.
Hubo un tiempo
en que te sorprendía y me sorprendías.
Nos sosteníamos abrazados,
dormíamos desnudos y despertábamos.
Un tiempo en que hablábamos más.
Hablábamos.
Eran días distintos,
llenos de ilusión y sueños
y un futuro apenas esbozado.
En esos días, ¿recuerdas?,
hablar no era tan raro.
Tiempo hubo, y atrás quedaron
los proyectos y el diálogo,
las noches, la desnudez
y esos días
que ahora, ya, son extraños.
2 comentarios:
Un cuerpo desnudo que hablaba por sí solo, unas caricias que recitaban poesía. Avanzamos, crecemos, lloramos y nos levantamos. Somos más fuertes de lo que creemos, vamos a aprender de todo y a seguir enseñándole al mundo cómo se ama. No hay más...
<3
Mel... <3.
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